El rey de la selva, el León, quiso un día conocer a sus súbditos, pues su reino era tan grande que hasta entonces se le había sido imposible relacionarse con todos.
Despachó emisarios y los habitantes de la jungla fuero llegando para asistir al banquete que les obsequiaba su rey. Los invitados estaban muy sorprendidos, ya que en lugar de hallar un soberbio palacio entraron a una caverna estrecha y oscura que olía muy mal. El oso, que fue el primero en entrar, se cubrió la nariz con la zarpa. Aquel gesto le sentó tan mal al rey León que acabó con el oso en un instante.
El mono que llegaba detrás, decidió disimular todo lo que el susto le permitía y se maravillo del lujo que reinaba allí y la fragancia de rosas que percibía. Tantas alabanzas por parte del mono hicieron entrar en sospecha el León, por lo tanto el mono siguió la misma suerte del oso.
Indignado con sus vasallos, el rey de la selva descubrió al zorro escondido en un rincón, cuando él en sus ojos le preguntó:
-¿Qué te parece, zorro? ¿Huele mi casa bien o mal?
El astuto animal, que no estaba dispuesto a servir de manjar al León, se lleno de valentía y le dijo:
-mi amigo rey de la selva, para tu sorpresa, te diré que no soy miedoso como el oso ni hipócrita como el mono. Para decir la verdad, tu casa huele muy mal.
El León quedó sorprendido de ver tanta valentía y le respondió:
-¿No te da miedo correr la misma suerte del oso y del mono?
El zorro se quedó pensativo por un momento, sin saber que decir pero a la vez pensó, seré sabio y no me dejaré asustar con sus palabras, esta puede ser la oportunidad para hacerme su amigo y así nos evitaremos muchos problemas.
Entonces el zorro le respondió:
- Mi querido amigo, en verdad el hecho de que tú seas el rey de la selva no es motivo para tenerte miedo, prefiero enfrentar la verdad y asumir las consecuencias.
El León admirado de aquella respuesta le contestó:
-Me ha impactado con su valentía, que quizás yo no hubiera tenido a pesar de tener fama de que soy el rey de la selva pero igual demostraré que también soy valiente. Entonces el León continúo diciéndole:
-Adelante zorro, sigue y come de mi banquete.
El zorro siguió y comió de su banquete, luego dialogaron largo rato y luego el León aprovecho para hacerle una invitación al zorro de dar un paseo por la selva. El zorro a pesar de estar temblando de miedo le respondió:
-¡qué bien amigo, no se imagina que tan alagado me siento que me haga tan agradable invitación y que desees que sea tu amigo! Yo encantado acepto.
Dando reconocimiento el León agregó:
-¡Qué agradecido me siento rey de la selva! Y salieron a pasear como si fuesen viejos amigos.
RESPONDE:
1. ¿Qué te parece la suerte que corrieron el oso, el mono y el zorro?
2. ¿En tu caso que hubieras hecho?
3. ¿Quién tomo la mejor decisión?
4. ¿Harías lo que hizo el oso y el mono?
5. ¿Hubieras hecho lo que hizo el zorro?
6. ¿Qué te parece la valentía del zorro?
7. ¿Sería que el zorro si era tan valiente?
8. ¿Cómo te pareció la decisión que tomo el rey León?
9. ¿Serviría de algo la estrategia del León y el Zorro?
10. ¿Qué enseñanza te dejó el cuento?
GLOSARIO
ASTUTO: hábil, inteligente.
BANQUETE: Comida esplendida para muchos convidados.
CAVERNA: Excavación profunda.
EMISARIO: mensajero generalmente encargado de una misión secreta.
FAMA: buena reputación, celebridad.
HALAGADO: llenar de halagos o charcos.
HIPÓCRITA: vicio que consiste en la afectación de una virtud o cualidad que no tiene uno.
INDIGNACIÓN: Cólera y desprecio que suele excitar una cosa injusta.
SABIO: Que tiene sabiduría.
SOBERBIO: Altivo, arrogante.
SUBDITOS: Sometidos al superior y obligados a obedecer.
VALENTÍA: Valor, ánimo.
VASALLOS: Persona sujeta a un tributo o señor.
ZARPA: garra de ciertos animales.
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